domingo, 2 de noviembre de 2008

María Soliño

Cuenta la leyenda que María Soliño, la "bruja y meiga" gallega más famosa, fué condenada por la Santa Inquisición y de las "cuatro cosas extrañas" son: la tierra, el serrín, el rosario y salir sola por la noche...
No queda ninguna huella física de María Soliña pero a pesar de esto la supuesta bruja de Cangas permanece en la memoria popular por su triste historia:
Su padre y su marido, ambos marineros murieron víctimas de la piratería turca. Sola y desamparada, ya de anciana mendigó por los caminos y se llegó a decir de ella que era bruja hasta caer en las garras del terrible tribunal del Santo Oficio.
Se llegó a afirmar que tenía tratos carnales con el demonio, por lo que fue torturada hasta que confesó ser todo de lo que era acusada.Falleció poco después y sus restos fueron enterrados lejos de ámbito sagrado, por lo que no se sabe nada de donde yace su cuerpo.

Esta meiga ha sido y es tan popular, que el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro le dedicó una poesía:

Maria Soliña.

Polos camiños de Cangas a voz do vento xemía:
ai, que soliña quedache, María Soliña.
As ondas do mar de Cangas acebos ecos traían:
ai, que soliña quedache, María Soliña.
As gaivotas sobre Cangas soños de medo tecían:
ai, que soliña quedache, María Soliña.
Baixo os tellados de Cangas anda un terror de agua fría:
ai, que soliña quedache, María Soliña.






2 comentarios:

sandra dijo...

si esq esto de las brujas va contigo ehh :p no será algun familiar de esos lejanos y por eso la dedicas un articulo¿?¿? eh eh!! que algo de brujilla si que tienes jeje pero bruja buena ehh que erse un solete!!!
muaksssss

Lolita blues dijo...

Qué triste historia pero qué bonito poema. Os recomiento leer "Vacas, cerdos y brujas", en el que hablan precisamente de cómo el hombre se busca las mañas para darle un tinte sobrenatural a cosas perfectamente racionales para valerse del miedo de los demás y conseguir sus propios fines. Muy interesante.

Pobres brujas, que no fueron más que curanderas, si acaso, o simplemente mujeres solas (soliñas, como dice el poema).

¡Saluditos!

oh no, he borrado el entrante de la cabecera