jueves, 29 de enero de 2009

El río de la desolación I


Las novelas no me gustan tanto como los libros de viaje, de la gente que se dedica a narrar un poco la historia de los sitios por donde pasa y las aventuras que le acontecen. Por estas razones estoy volviendo a releer el libro de Javier Reverte, El rio de la desolación, que trata sobre el viaje que hace el autor por el Amazonas. Entre las curiosidades que me he encontrado en sus primeras páginas es el origen de la sífilis. Atención, porque tiene miga. Cito textualmente: la llama dejó un histórico legado en carnes españolas: la sífilis que se extendió como lengua de fuego por el resto de Europa. La llama, al parecer, tiene el sexo muy parecido al de la hembra humana y los solitarios soldados de los territorios imperiales de América desahogaron sus pasiones con este largirucho y desgradecido ovejón que, quizás como venganza por tanto abuso, les contagiaba la enfermedad. A mi país le cabe la gloria de que, durante siglos, la sífilis hay sido conocido en el mundo entero como "el mal español".

Tan desgraciado origen me hace preguntarme por el origen de las demás enfermedades de transmisión sexual...Ugg, la imaginación es demasiado fuerte. Pobres animales. Incautos humanos.

Os seguiré añadiendo citas de tal libro si encuentro material tangible, instructivo, inexplorado, curioso, ameno... y bla bla

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Donde estás objeto perdido?


Hay gente que ha perdido la cabeza porque ha perdido la razón, sin embargo yo la he perdido porque continua e irremediablemente pierdo objetos, tiempo, facultades, recuerdos, etc. Y os cuento el porqué. Estos días estoy buscando desesperadamente unas fotos de una salida a la sierra de Guadalajara hecha el año pasado. Y no las encuentro!!!! oh no!!!! Eran muy bonitas y un gran recuerdo. Ser consciente de que no las volveré a tener me parte un poquito el corazón. Hace no mucho también he dejado en algún lugar, no logro recordar el donde ni el cuando, un jersey granate al que le daba mucho uso. Pertenecía además a la categoría de esas prendas que son irrompibles y duraderas. Y en la parada del autobús me he dejado un libro de la biblioteca pública, no he vuelto a saber de él, alguna alma carroñera se lo ha adueñado, provocando que tenga que desembolsar el importe de dicho libro para poder volver a leer de dicho espacio público. En algún otro lugar me he dejado unos guantes a los que no me ha importado recuperar ya que no eran de mi mas íntimo agrado. También he dejado en alguna calle de Madrid en una noche de juergas el dni que por suerte ha llegado hasta el buzón de casa de mi madre. Lo que nunca vuelve es el dinero. Para eso todo el mundo parece tener la mano muy pero que muy larga. Llamar a estos actos despiste es ser demasiado benevolente.
¿Y que me decís de los recuerdos? ¿que se hacen con ellos? La memoria es floja y muchos se quedan atrapados en los laberintos de nuestro cerebro hasta que alguien los encuentra o simplemente se desechan por vanales.

¿Y que es de los amigos que se nos van o se nos quedan? queda una dulcura amarga por los tiempos vividos pero por los otros que no han de seguir.

En fin, que los objetos perdidos deben de tener un espacio universal donde se guardan o se esconden, sin duda juegan con nuestros sentidos y nos hacan paralizar una vez que descubrimos que no los tenemos al alcance de la mano.
Por cierto la imagen expuesta pertenece a la sierra de Guadalajara.

sábado, 10 de enero de 2009

Grease 1978



Estoy segura de que alguna vez en vuestras vidas habeis sentido gastar el dinero a lo tonto y el tiempo en estupideces. Ambas cosas se han juntado ayer por la tarde cuando, por primera vez desde que estoy en Madrid, he ido a ver un Musical, concretamente el de Grease. Estaba yo ilusionada, porque se, que de oidas, estas escenificaciones resultan espectaculares. Pues bien, este musical ni ha sido espectacualer, ni bonito, ni ameno, ni glorioso ...puaj. Me entra por el cuerpo grima si pienso en el y tengo la sensación de que una pátina pegajosa se me ha adherido al cuerpo y tengo que hacer hondos esfuerzos para deshacerme de ella...dicha representación musical ha destrozado la película, le ha pegado una bofetada a la magistral interpretación de John Travolta y una patada a la letra por ser cantada en español. Ni las voces daban el tono y la fuerza, ni los actores el nivel y el encanto de nuestros amigos Danny, Sandy, Kenickie, Rizzo, y demás compañeros de la película original (es que en ningun momento les he encontrado parecido en gestos o tonos de voz) , ni el decorado el ambiente y la naturalidad esperada, ni tan siquiera los trajes (exceptuendo algun que otro vestido) un aspecto decente, mas bien parecian sacados del baul de los disfraces cutres del colegio. No voy a entrar en detalles, me escuece el alma pensar en ello, pero puedo decir que las personas del escenario parecían marionetas llevadas por niños y manos inexpertas, sin personalidad, sin garra, sin gancho, sin carisma... resumiendo, una farsa, una burla, un musical inmaduro, adolescente y desalmado de disney.

Volver a ver la pelicula original tal vez haga desaparecer al fantasma con gorro de payaso que se ha posado sobre ella.

viernes, 9 de enero de 2009

Nieve




Esta mañana preparándome para ir al trabajo, he visto por la ventana y me sorprendí, de eso hace 3 horas. Está todo blanco, el parque, los árboles, los coches, el cerro, los tejados de los pisos, hasta los carritos de los niños. Que imagen tan sorprendente cuando una no está acostumbrada a verlo. Precioso. Me preparé lo más rápido posible, arrastrando conmigo el catarro, la gripe y la carraspera que me acompaña desde la noche de Reyes, pillé la cámara e hice mis primeras fotos de la nieve...que tan extraño resultan los objetos cubiertos con esa capa crujiente y blanca. Esperando el bus saqué unas cuantas más, hasta las papeleras ruinosas de la parada resultaba atractiva con su nueva carga, los coches pasaban despacio y el bus no aparecía, el cuerpo empezó a responder a la quietud, el frío se fué apodernado de mis dedos y mis todos, asi que, me puse en camino hacia la renfe...q curioso resulta pisar esa capa...hacía ya mucho y en ocasiones contadas, que no la sentía bajo mis pies...hacía mucho que no veía ese mar blanco cubriendo lo que un dia antes resultaba monótomo y rutinario, gris y apagado. Me fascina poder comparar la llanura blanca con la llanura azul del mar. Ver como caen los copos también es atractivo. Parecen tiernos, casi jugosos por la forma en que se dejan llevar por el viento y por lo mansamente que caen en el suelo. La imagen más poética sin embargo se la lleva las briznas de hierba asomando su frágil cuerpo en toda esa inmensidad.


oh no, he borrado el entrante de la cabecera