lunes, 12 de abril de 2010

Fragmentos de Lisboa

El tranvía y el tramo de los más antiguos de Lisboa, al disfrute de los turistas, tan sólo sube y baja una cuesta adoquinada muy empinada.


Figura en la entrada a uno de los patios del palacio da Pena, en Sintra.

Me cuestiono ¿que es una ciudad?
Segun la RAE: conjunto de edificios y calles, regido por un ayuntamiento, cuya poblacion densa y numerosa, se dedica por lo comun a actividades no agricolas.

Ya con esta definición en la cabeza pensemos ahora en como nos imaginamos una ciudad....¿que aspecto tiene? ¿como se mueve? ¿como se vive? ¿quien la habita?


Temo mucho que en cuestión de meses alcanzemos estos precios en las gasolineras españolas.


Un placer descansar en estos "bancos" tan originales. Color y vida en una ciudad gris y azul.


Tal vez estamos habituados a ver las ciudades cosmopolitas, limpias, activas, numerosas, estresantes, etc similares a las que habitamos y no una sucia, decrépita, semi fantasmal ,...atributos que, sin embargo, se los asigno a Lisboa una vez visitada hace un par de semanas....y eso que me parecia una ciudad tentadora con sus tranvías, su río y sus gentes, sus paisajes y los adoquinados de las fachadas de las casas; sin embargo me he tropezado con la constricción. Tal vez la sensación de querer escapar de la ciudad se deba al aspecto del hotel donde nos alojamos (sucio, moquetado, viejo, descuidado, y donde he visto hasta ahora el ascensor mas pequeño en el que me he subido: solo entraba yo y mi maleta...una segunda persona se tenia que esperar a que quedara vacío; y dudo que volveré a ver otro semejante, y donde he tomado un no desayuno: el café estaba desabrido y aguado aun a pesar de acompañarlo con dos paquetillos de azúcar y bollos mientras sentías masticar chicle sabor harina cuando tenías el pan de las tostadas dentro de la boca o desgustabas un zumo de naranja con agua clorada) y tal vez tambien debamos sumar el aspecto de su barrio para irnos una noche antes de lo previsto camino a España (tropecientos yonquis y tropecientas personas sin hogar vagabundeaban por sus calles creando malestar, inseguridad, desconfianza y un ambiente de locura)



Cartel respetable en cualquier ciudad que se precie de ser cosmopolita o subdesarrollada...



Ofrendas de agradecimiento a un doctor portugués por velar por los enfermos.


Ya plantados en la zona turística el aspecto cambia solo en un sentido: es más limpia y está más cuidada pero mantiene su aspecto decadente y arcaico: limpiabotas, afiladores, más yonquis, negros que te ofrecian maría, abuelas que vendían castañas, feriantes, y muchas personas ociosas que se paseaban por las plazas con aire de desatino....desatino tambien en el presente de muchas casas: viejas, descuidadas, ruinosas, enmarañadas de andamios y enredaderas, desahibitadas y sucias que ayudaban a crear todavia con más ahinco pobreza lisboeta.


Vista de una casa en reconstrucción desde el alto del castillo de San Jorge


No debo ceñirme tan solo al desaliño general.....ofrecia la ciudad su parte moderna con tiendas in y marcas prestigiosas en la avenida da Liberdade; y ofrecía detalles particulares en su parte cultural: el castillo de San Jorge tan solo me mostró una panorámica de los tejados que bajaban en pendiente hasta dar con el rio Tajo que se discernía entre un catamarán que lo cruzaba de costa a costa, un par de barquichuelas y los dos puentes principales, entre ellos el de Vasco da Gama, imponente en su longuitud; no se dignó más impresionante o más imponente que el de Baiona o el de Ruidera.....del mismo modo, el paisaje, es lo que reinaba en el castillo de Belem, bañado por las mismas aguas del Tajo, fabuloso por los remates en las balconadas, digno por su pequeñez......sin embargo, a pesar de estos dos iconos lusos, hay muchos rincones donde bucear en busca de la realidad portuguesa, muchas calles que subir y otras que bajar para alardear de haber descubierto curiosidades, muchos paredes, esquinas, parques que observar y tropezar con el pensamiento y el hacer de su gente, muchos adoquinados por recorrer una tarde de primavera....es una ciudad que no impresiona, que no se digna ante el visitante, que no se deduce por sus monumentos, lo hace por sus paisajes... es una ciudad rutinaria, diría, desahuciada....


Una grandiosa panorámica desde el castillo de San Jorge.


El INEM de los portugueses....metáfora de más de cuatro millones de españoles.

oh no, he borrado el entrante de la cabecera