miércoles, 8 de abril de 2009

Francis Bacon



Cuentan que tenía una energía desbordable y un carácter excéntrico y solitario. Dicen que bebía mucho y que era promiscuo sexualmente. Comentan que su niñez fue dura y su adolescencia también. Hablan de un desorden descarado en su taller y de gustos inusuales y atípicos...

Y son sus cuadros los que tal vez acumulan las inquietudes de un Bacon ya adulto: son unas imágenes tan desgarradoras como inquietantes, tan descarnizadas como violentadas, tan atormentadas como solitarias...representa personas desfiguradas y atrapadas en un mundo propio, ambiguas y espectrales, que se revuelven y se agitan incrédulas, insostenibles por sí mismas, sotenibles por objetos cotidianos degradados en un espacio cerrado y vacío, acosadas y desarmadas, débiles e infrahumanas; el alma quiere escapar del cuerpo. Y son también los gestos de los personajes, algunos de ellos retratos de conocidos, espasmos de dolor, gritos subliminales, víctimas de la negación y de la autodestrucción, congelados en una postura tan irreverente como analíticamente frágil.



Da la impresión de que si alargas la mano para ayudarlos se van a desintegrar algunos, se van a desmaterializar otros, se van a deformar hasta ser irreconocibles: su cuerpo es masa moldeable, insustancial y, como tal, anónima. Su cuerpo es, hablando de forma frívola, un cadáver en descomposición, anacrónico y desvinculante de la realidad.

Sus cuadros significan el atropello del yo, una sacudida a la personalidad, pérdida de autoridad y confianza, el desencanto de lo que somos y dónde somos: es la angustia vital del hombre del siglo XX de la cual habla el filósofo Gilles Deleuze en su ensayo Logique de la sensation.


...dónde irán.



Hoy el viento sopla más de lo normal
las olas intentando salirse del mar
el cielo es gris y tú no lo podrás cambiar
mira hacia lo lejos busca otro lugar
y cien gaviotas donde irán.
Hoy no has visto a nadie con quien derrumbar
los muros que gobiernan en esta ciudad
hoy no has visto a nadie con quien disfrutar
placeres que tan sólo tú imaginarás
y tus miradas dónde irán.
Hoy podrás beber y lamentar
que ya no volverán
sus alas a volar
cien gaviotas dónde irán.
Hoy el día ya no es como los demás
el ron y la cerveza harán que acabes mal
nena ven conmigo, déjate llevar
hoy te enseñaré dónde termina el mar
y cien gaviotas dónde irán.

Duncan Dhu

domingo, 5 de abril de 2009

Un domingo?


Me espera un día muy largo....muy largo.....largísimo....creo, por lo menos, hasta que den las 16 horas y pueda escaparme de este antro. ¿Quien ha sido el desgraciado/a que me hace trabajar las mañanas de los domingos? y aunque sea de tarde: ¡esto es inhumano! Ahí fuera hace un día cojonudo. Y, haga o no buen tiempo, a estas horas, no hay siquiera nadie conectado al msn!!!!

Es la comunidad de Madrid la que lo permite, que vive por y para el consumismo (aquí somos más especiales y chulos) ya que en otras zonas de España estas cosas no pasan. Esta mañana, cuando he pillado el bus, no había ni un alma, ni dos patas, ni cuatro ruedas, ni ocho, en la calle; había tanto silencio que he cruzado la calle sin el obligado giro de cabeza a izquierda y derecha, confiadísima (un día lectivo cualquiera, los coches se aglomeran y pasan a una velocidad más allá de la recomendada por ciudad, continuamente, y tratar de llegar al otro lado sin ser por el paso de peatones es una subida de adrenalina).

En fin, ya os diré, si ha merecido o no la pena, ser un florero detrás de un mostrador.

oh no, he borrado el entrante de la cabecera