Agua de mar

Ya cerca están las vacaciones, ahhh, agua de mar ¿hay algo mejor? nadar, nadar, nadar hasta que aquel que está en la orilla tan solo te identifique como un punto movil, nadar, nadar, nadar, perderse y encontrase en el mismo oceáno, el territorio te pertenece, eres tu y la inmensidad, y no hay mejor lugar que en las rias bajas de Galicia, a pesar de sus frias corrientes marítimas, en medio de todo ese lecho azul pero rodeado de las fronteras terrestres en la lejanía, de los gritos que se escapan de las bocas de los niños felices en sus castillos, con sus cubos, sus pelotas, sus colchonetas y su merienda, del bullicio de los vivos colores de las estampados de las sombrillas, de los verdes que se arremolinan en los altos de los montes y en los bajos de la costa, del acorde casi musical de la propia respiracion, ahhhh, que necesidad tan grande la de pisar la arena a las siete de la tarde y sentir la brisa limpia que trae el atlántico y sentir como los pies se hunden al conctato caliente de los granos unos gordos y otros suaves, yayayaya, ya voy en un par de semanas estoy por ahi. miña terra galega!!!